jueves, 10 de julio de 2008


El Jardinero Fiel

Basada en la novela de John Le Carré, El jardinero fiel es una mezcla de cine-reportaje de denuncia social, thriller político e historia de amor. Sus protagonistas, el diplomático Justin y la activista Tessa, son dos personas muy distintas, pero en su enamoramiento se complementan. La historia está situada en Berlín, Londres y en los poblados de chabolas de Kibera y Loiyangalani, Kenia, un país profundamente empobrecido.

En Kenia el 56% de la población, unos 15 millones de personas, es pobre; lo que quiere decir que tienen que vivir con menos de $500 pesos al día. En esta zona vive aproximadamente un millón de personas en condiciones flagrantes de pobreza, subdesarrollo, explotación, miseria y dolor, sin servicios básicos de agua, luz, alcantarillado y separado por las vías del tren.

A medida que se desarrolla la película es impresionante ver como la gente que desea ayudar, hacer algo contra la injusticia, gente que está verdaderamente comprometida con transformar las situaciones de desigualdad, inequidad, y vulneración de los derechos humanos fundamentales, se ve frustrada e implicada en un caso de corrupción a gran escala, en el que existe una complicidad entre Gobiernos de Gran Bretaña y Kenia. A tal punto que en el momento en que son vistos como una amenaza sencillamente los torturan, los asesinan y los hacen desaparecer, borrando todo registro de su existencia.

Lo que nos hacen reflexionar ¿África será o es un continente olvidado?.

Por esto es importante destacar el trabajo que realizan las O.N.G. como CESAL, SOS AFRICA, África Directo que son organizaciones de solidaridad independiente, es decir, no gubernamental y no confesional, al servicio de un proyecto de progreso humano en el ámbito cultural, social, económico y político para contribuir al advenimiento de un África más justa y solidaria. Aunque algunas tengan vínculos religiosos, o se muevan a partir de criterios y sugerencias de la Doctrina Social de Iglesia, todas están encargadas de recordar a los gobiernos que África si existe y que necesita ayuda.

En la película se plantea el descubrimiento de que una gran compañía farmacéutica esta probando un nuevo medicamento contra la tuberculosis, a pesar de que ya se sabe que tiene efectos secundarios letales para algunos individuos. Regresar al trabajo de investigación, y detener esta fase de prueba resultaría devastoso para los intereses de dicha compañía, ya que le darían ventaja a la competencia y además perderían enormes cantidades de dinero. Motivo por el cual intentan ocultar estos efectos enterrando los cadáveres en fosas comunes y mejorando la composición de la droga en previsión de una epidemia masiva de tuberculosis a escala mundial, que quieren afrontar desde una posición privilegiada.

El hecho de que las transnacionales farmacéuticas puedan utilizar a seres humanos como conejillos de indias, en cualquier lugar del mundo, es un secreto a voces. Y que esto pueda ocurrir en África es altamente posible.

Como futuros profesionales del área de la salud es altamente indignante ver que se logren obtener beneficios a costa de la salud de la gente y además de la población mas empobrecida del planeta, ya que la salud debe estar por sobretodo siempre.

Es necesario grabar en este ensayo la siguiente frase: "Sí, vale, una empresa ha matado unos cuantos africanos, mujeres y niños inclusive, pero ¿qué más da? ¿Acaso los africanos no se están muriendo todo el rato?" es increíble intentar analizarla, ya que si bien es mencionada por un actor, interpretando el papel de un diplomático británico, nos hace reaccionar y reflexionar sobre el hecho de la existencia real de gente con valores humanos tan poco desarrollados o nulos, que lleguen al punto de ver y tratar a las personas como meros objetos.

Es también frustrante saber que investigaciones recientes han demostrado que en las últimas décadas el porcentaje dedicado a la investigación de enfermedades tropicales es minúsculo, lo que nos indica que éstas están centradas en enfermedades fundamentalmente del mundo occidental, ignorando prácticamente enfermedades endémicas de los países empobrecidos, como la vacuna sobre el SIDA, la tuberculosis o la malaria.

En el África y la América negra se valorizan la imaginación y la improvisación en la oratoria, la música y la danza. Es dentro de esto que resulta significativo la realización en una parte de la película de una obra de teatro sobre el SIDA donde se pone en evidencia la trágica retroalimentación que existe entre SIDA y pobreza. Se calcula que en la actualidad 1 de cada 6 keniatas es VIH positivo, lo cual afecta gravemente cualquier proceso de desarrollo. Pero este estado de emergencia es aún peor en barrios como Kibera, donde se calcula que el porcentaje de infectados es superior.

Para terminar siento que hubo muchas escenas que impactan y permiten momentos largos de reflexión como por ejemplo cuando muestran al protagonista en un poblado y en un cerrar de ojos vemos a hombres, mujeres y niños, arrancando de una tribu que se dedica a raptar específicamente niños con el fin de hacerlos esclavos, vemos que la vida no es color de rosa para muchos, nos hace pensar que “clase de profesionales queremos ser” en un futuro. Si deseamos reaccionar inertes ante injusticias que se cometen día a día, porque nos sentimos cómodos al llegar a nuestra casa y vemos que no tenemos mayor necesidad, está siempre la opción de hacemos los desentendidos o podemos tomar acciones, no me refiero a que viajemos específicamente a África a realizar trabajos comunitarios, sino que comencemos ayudando y viendo a las personas como seres biopsicosociales y tratar de darles la mejor atención posible. Es por esto que estoy agradecida con la formación que estoy recibiendo, porque pese a mi corta experiencia practica he visto casos en los que pude haber dicho algo y me doy cuenta que realmente me quede sin voz, frente a esto pienso que eso es lo mas terrible que podría pasarme siendo enfermera, y al permitirnos analizar situaciones como la expuesta se que no dejaré que pase.

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