jueves, 10 de julio de 2008


Homosexualidad

Sabemos que la sexualidad es un componente inseparable de nuestro ser.

Somos seres sexuados y prácticamente todo lo que pensamos, decimos y hacemos esta profundamente afectado por esa realidad.

La forma en que nos relacionamos con los demás esta determinada en gran manera por nuestra identidad sexual.

La mayoría de nosotros encontramos que es un poco incomodo hablar con sensibilidad y objetividad sobre este aspecto de nuestras vidas.

Nos hemos dado cuenta que son cada vez mas las personas con orientación homosexual que independiente de la profesión que ejerzan o la condición social que están encontrando el coraje de asumirse y manifestarse públicamente.

A nuestro juicio la homosexualidad, en sí no es un problema, sino que se torna o se vuelca en uno según el contexto en donde se analice su desarrollo, manifestación y consecuencias. Entendiendo también como contexto al marco de las relaciones interpersonales, que se dan entre los homosexuales; y entre ellos y los heterosexuales, además del infinito abanico de percepciones, juicios, comprensiones y aprehensiones que se generan en dicha dinámica interpersonal.

Sobre la base de estudios antropológicos se puede afirmar que la homosexualidad es una constante universal de la cultura. Se ha observado su presencia tanto en pueblos primitivos como en otros altamente desarrollados; en sociedades en decadencia tanto como en aquellas que estaban en su apogeo, y no depende de los valores religiosos de una civilización dada. Siempre se menciona a los griegos, que habían alcanzado altísimos niveles culturales y políticos, como cultores del amor homosexual.

En cuanto al origen, hay teorías distintas respecto a la homosexualidad femenina o masculina.

Hay quienes plantean que hay un problema de impregnación hormonal en el cerebro, en el periodo prenatal.

Otros han planteado que existe un factor genético.

Por otro lado nos encontramos con las teorías que dicen que es producto de un aprendizaje temprano, en los primeros años de vida, habría una identificación no con el sexo que le corresponde, sino con el contrario.

Otras teorías dan cuenta de factores ambientales de tipo social, por ejemplo en una familia donde el niño tenga una imagen paterna débil; no explicado por la ausencia del padre, sino por la hegemonía de la madre, se produce una identificación profunda con el padre; personalmente no estamos de acuerdo, pues seguimos creyendo que la homosexualidad tanto masculina, como femenina, no es una elección, tampoco creemos que las mujeres homosexuales sean menos mujeres que las heterosexuales.

Pensamos que podría hacerse una analogía con los homosexuales hombres, al decir que ellos son mujeres con todo lo que eso significa. Pero no podemos dejar de lado a personas, tan solo por el hecho de ser diferentes, esa creciente tendencia a eliminar las diferencias se relaciona estrechamente con el concepto y la experiencia de igualdad, tal como esta se está desarrollando en las sociedades más avanzadas, es decir deben respetarse las diferencias entre los individuos, que si bien es cierto, todos somos uno, también lo es que cada uno de nosotros constituye una entidad distinta, un cosmos en sí mismo.

Finalmente nos encontramos con las explicaciones de carácter popular y menos técnico, que atribuyen causalidad a vicios y desviaciones.

La verdad es que la homosexualidad es una condición cuyo punto esta en la orientación, no estamos hablando de identidad sexual, estamos hablando de orientación sexual. Por lo tanto en el caso de los homosexuales, sus cerebros no se sienten eróticamente, ni cognitivamente, ni emocionalmente atraídos por su sexo opuesto, sino que responden a los estímulos que les entrega un cuerpo igual.

Es por todo lo anteriormente expuesto, que se considera que el homosexualismo rompe con la unidad de género socialmente establecida, por consiguiente, los prejuicios negativos que surgen de esta ruptura conllevan a la discriminación por parte de los grupos mayoritarios (sostenedores del principio de género dominante en nuestra cultura). Esto obliga a los homosexuales a buscar pertenencia parcial o total en subculturas lesbicas u homosexuales, las cuales permiten la conformación de una identidad social.

Frente a la homosexualidad, distintas culturas poseen diferentes actitudes, y en ese sentido diferentes definiciones. En los casos en que la sexualidad se constituye como una forma de vida al igual que otra, la delimitación o definición ni siquiera existe. Donde el prejuicio impera, como es el caso de nuestra sociedad se le ha considerado como una desviación o perversión.

Podemos decir; que la discriminación es una actitud condenable, pero en estos casos, creemos que la tolerancia debe tener ciertos límites. Pensamos que es muy válido que las personas quieran vivir su vida como mejor les parezca, sin tener que esconder actitudes y sentimientos que surgen de lo más profundo de su ser y que no se pueden controlar. El ser distinto no es algo que se elige, sino que simplemente se es y estas características, que salen de lo normal, son las que hacen peligrar el orden social imperante y que sobretodo asustan a las personas; porque son grupos que están tomando fuerza y que, en el caso de nuestro país, protestan por obtener los mismos derechos que los de las personas "normales" sin tener que esconder su condición.

Pensamos, que los homosexuales deben tener espacios donde puedan desarrollarse como personas normales sin esconder su condición, y estamos en total desacuerdo con la discriminación en cuanto a trabajos, imposibilidad de entrar a ciertos lugares, etc. donde no les permiten estar con su pareja o decir que son lesbianas o cualquier otro tipo de tendencia sexual.

Nuestra posición frente al tema es que debe existir cierto equilibrio, creemos que se debe aceptar a estas personas en la sociedad tal como son, sin que tengan que esconderse y sufrir por algo que ellos o ellas no eligieron, algo a lo que simplemente la vida los llevo o que es una característica que nació con ellos, el sufrimiento causado por la discriminación solo lleva a un resentimiento creciente pero no a un cambio que es lo que la sociedad espera; no se saca nada con esconder una realidad que esta frente a nuestros ojos, sino que debemos asumir esa realidad aprendiendo a conocerlos y a convivir con ellos. Esperamos realmente una postura de la sociedad más abierta y tolerante, pero que posea ciertos límites, es decir que no cambie radicalmente.

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