miércoles, 9 de julio de 2008

mas adentro



Ensayo Película

Morir es lo único seguro que tenemos en esta vida, cuando yo muera quiero estar cerca del mar, quiero ver las olas, sentir la brisa cerca mío, que el olor del mar me acompañe hasta el ultimo segundo de mi vida.

Yo elegí la película “Mar Adentro” no solo porque es una excelente película, sino porque es tan real, tan emotiva, que te hace llevar la empatía a flor de piel, se mete en lo mas profundo de tu ser y te hace sentir junto a Ramón Sampedro (protagonista) lo que es vivir postrado en una cama, el ser absolutamente dependiente de otros para satisfacer todas tus necesidades, el querer a toda costa encontrarle un sentido a tu vida sabiendo que ni siquiera tu miso quieres encontrarlo. Yo nunca he estado en la posición de Ramón, no obstante he pensado en la muerte; mi deseo de morir viendo el mar viene de mucho antes de esta película, de cuando niña leía a Neruda y mientras lo hacia podía ver el mar, oler su olor, sentir su brisa y pensaba: “como me gustaría estar allí, admirar el mar junto a el,…tener el privilegio de morir junto al mar”. La muerte es el final de la vida, esta frase es quizás la manera mas simple que tenemos de ver la vida como una sola oportunidad, de vivirla “a concho”, aprovechar cada minuto, la muerte nos impulsa a esto, nos hace valorar la vida que tenemos.

¿Pero porque relacionamos la muerte con el mar?, no solo es Neruda o Alejandro Amenabar (director de Mar Adentro), me imagino que muchas personas las han relacionado. Resulta que el mar es algo inmenso, profundo, desconocido, misterioso, nos llama la atención por eso, queremos mirarlo, admirarlo, ver como el sol se vuelve pequeño frente a el, sabemos que esta ahí pero no nos atrevemos a explorar mas allá porque también produce una sensación de temor, de respeto a su inmensidad, porque nada es mas caótico e impredecible que las olas del mar. Del mismo modo la muerte, sabemos que pase lo que pase algún día llegara, por eso vivimos buscando la felicidad, para no morir sin haberla encontrado, intentamos prologar la vida, evitamos a toda costa que llegue ese día, por eso no incursionamos en el mar, por mas que queramos no lo hacemos, aunque sabemos que ambos misterios, la muerte y el mar, son los que finalmente nos traen mas tranquilidad.

Pero volviendo a Ramón Sampedro, el no veía la vida como la mayoría de nosotros, tampoco veía la muerte como la describí anteriormente, el sabia que podía encontrar paz en ellas, por eso la ventana de su pieza miraba siempre al mar, por eso se empeño tanto en encontrar una mujer que lo amara de verdad para que pudiese cumplir el único deseo que le brindaría paz y sosiego: una muerte digna.

Quizás si tu fueras Ramón no quisieras nunca mas en tu vida mirar el mar, porque fue ahí donde ocurrió el terrible accidente que te dejo tetrapléjico por casi 30 años, sin embargo son 30 años de querer encontrarle un sentido a la vida, de intentar maravillarse y disfrutar de las pequeñas cosas que la gente no aprecia, de intentar motivarse cada día para abrir los ojos y saber que eso es lo único que puedes voluntariamente hacer hasta el siguiente día, y en 30 años ya lo has observado todo, te has maravillado lo suficiente, has intentado amar, odiar, sentir ira, rabia, has intentado sentir viva tu alma, te has apasionado con un libro, pero no has podido dar vuelta las paginas, te has intentado matar, pero no has podido mover tus manos…

“Si no se entiende el sentido de la muerte, tampoco se entiende el sentido de la vida”, fue una frase que Ramón Sampedro escribió a los jueces para que le permitieran morir dignamente.

Alrededor del mundo distintas leyes basadas en opiniones, vivencias de personas cercanas, quizás que otras subjetividades, lo real es que no existe un acuerdo mundial en lo que respecta al principio y final de la vida, se habla de muerte digna pero no saben siquiera que significa, porque nunca han estado en el lugar, por ejemplo, de Ramón Sampedro. Es fácil (o relativamente fácil) decidir en materia de leyes el darle libertad a cada quien para que haga con su vida lo que guste, y pero resulta tremendamente difícil cuando se trata de elegir sobre la vida o la muerte. Yo apoyo la libertad de hacer con la vida lo que uno mas desee, y también apoyo la libertad de encontrar en la muerte y el mar un espacio de paz y tranquilidad.

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